ELABORADO POR M:.M:.
Arámbulo, Henry
Maracaibo, 14 de Junio de 2012 (E.·.V.·.)
Antes de abordar a plenitud nuestro tema comencemos haciendo dos definiciones importantes a saber:
- Francmasonería: según el texto oficial de la Gran Logia de la República de Venezuela, en su Constitución, Titulo I, Articulo 1 define: La Francmasonería, Institución esencialmente filantrópica y progresiva, tiene por objeto la investigación de la verdad, estudio y practica de la moral y de la solidaridad. Trabaja por el mejoramiento espiritual y material de la humanidad y por su perfeccionamiento individual y social. Tiene por principios la tolerancia mutua, el respeto de los demás de si mismo, y la libertad absoluta de conciencia: no dando cabida en su seno a debates sobre política y religión. Es su divisa: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
- Paz: según el diccionario Larousse edición 2009, define: Paz, del latín Pax. Ausencia de guerra. Estado de concordia entre los miembros de un grupo. Sosiego. Estado de la persona no agitada. Calma, silencio, reposo. Según la Enciclopedia de la Francmasonería de A. Mackey, encontramos en el termino Paz lo siguiente: “El espíritu de la Francmasonería es antagónico a la guerra; su tendencia es unir a todos los hombres en una fraternidad; así por ejemplo, como dice el hermano Albert Pike:”La Masonería es la sociedad sublime de la paz del mundo, donde quiera que existe se esfuerza por impedir las dificultades internacionales y las disputas y ligar a las republicas, reinos e imperios todos en un Gran Vínculo de paz y amistad”.
Ahora bien, profundizando en el tema, tenemos que la Francmasonería es relativamente joven como institución organizada a partir del año 1717; fecha en la cual oficialmente fue constituida la Gran Logia y de la cual se derivan muchas federaciones masónicas en el mundo actual. Así nació una hermandad, de carácter universal, abierta a hombres libres y de buenas costumbres, sin distinción de casta, nacionalidad, color de piel, posición económica, ideas políticas, ni religión, y es en ese mismo aspecto de origen, en donde ya comienza su contribución a la PAZ; una contribución no meramente desde el punto de vista teórico, sino por el contrario, desde la praxis misma, encontrándonos de este modo con uno de sus principios mas sublimes: Unión en la Diversidad, principio fundamental de todas las Artes, y más aún del Arte Real.
Es decir, tenemos por finalidad amarnos y respetarnos a pesar de las diferencias de pensamiento. Esto trae como consecuencia inmediata el desarrollo de otro principio importante: IGUALDAD, porque entendemos que el Amor transciende a la mente, y lo es TODO. Y cuando lo hacemos parte de nuestro Ser, se manifiesta de inmediato nuestro siguiente principio: FRATERNIDAD.
Todos y cada uno de nosotros somos simples Ladrillos en el Inmenso Templo que construimos en conjunto, apoyándonos, estimulándolos y corriéndonos mutuamente para llevar la Idea Común (devastar la piedra bruta) al plano físico de manifestación.
Siguiendo en esa vía, la Francmasonería es muy cuidadosa de no definir a Dios y simplemente le damos un nombre simbólico: Gran Arquitecto Del Universo, dejando en completa LIBERTAD a cada uno de sus miembros de elegir o adaptarse a la idea que tenga sobre El, de acuerdo a su filosofía, su religión o punto de vista personal, de nuevo se nos presentan nuestros tres principios fundamentales. Libertad-Fraternidad-Igualdad, trío indispensable para contribuir a la paz.
La Francmasonería usa como método de enseñanza el Lenguaje Simbólico; el cual es por excelencia polisemico y es diametralmente opuesto al dogmatismo rígido y cegador; ella invita a cada uno de nosotros por medio de la reflexión y la meditación a descubrir por nosotros mismos nuestra propia verdad, nuestro propio camino. Ella solo nos da indicaciones, pero nosotros debemos transitar la senda, entendiendo y respetando la senda que cada quien ha elegido recorrer, porque sabemos que no hay una única verdad, que no hay un único camino. En la Francmasonería no existen Absolutismos, ese es uno de sus “secretos” para alcanzar la PAZ.
No se nos piden actos de Fe, se nos pide ser libres pensadores e independientes, no quedarnos atados a ningún policía del pensamiento, a ninguna teoría, a ninguna filosofía, se nos impulsa a estar interesados en cualquier área del saber y del conocimiento humano, como dicen los antiguos “Nada es ajeno al masón”, un miembro puede individualmente estudiar teosofía, ocultismo, esoterismo, artes; ciencias, filosofía, doctrinas espirituales entre otras, pero la Francmasonería como Institución se abstiene de tomar postura definitiva en esos aspectos; no tiene como finalidad resolver los misterios de la mente humana, tampoco elucubrar sobre el mas allá, y es sumamente indiferente a toda suposición o especulación que busque explicar el funcionamiento de la mente, del espíritu y del alma.
Se muestra muy por encima de cualquier propuesta religiosa o de carácter filosófico o trascendental, formulado por cualquier escuela de pensamiento, líder religioso, Gurú, maestro espiritual o similar, debido a que nosotros: “Viajamos en un barco (nuestro ser), surcando las inmensas aguas del océano (la vida material), pero no dejamos que esas aguas (el materialismo) penetren en nosotros (nuestro corazón) e inunden nuestro barco (caer en vicios y pasiones)”.
En esas ideas, principios y practicas, está nuestra contribución a la Paz, una Paz que no vemos afuera de nuestro mundo interno; una Paz que no es exotérica; nuestra contribución es una Paz Interior, ya que en la medida que cultivamos nuestra Paz Interna influenciamos nuestro entorno, y en esa medida cada uno contribuye sin lugar a dudas a la Paz Mundial, en la medida que cada uno haga de su acción de Paz y Cultivación Interna. Pero, esa paz no viene sola, es producto de un esfuerzo, de una practica constante de las virtudes y del desarraigo de los vicios; en la medida que desbastamos la nuestra piedra bruta y creamos nuestra obra de arte, en esa misma medida crece la Paz.
Cuando transitamos la Vía en verdad, ya estamos en la Meta. La Vía y La Meta son Una e Indisolubles, al transitarla ya contribuimos a la Paz.
La Francmasonería no coloca un método al alcance popular que da ya soluciones concretas a los problemas mundiales de un solo tirón y exigiendo fe de sus adeptos en sus ideas, nada de eso, en la medida en que nos conozcamos a nosotros mismos y que pensemos libremente, sin ataduras, seremos capaces de ir alcanzando nuestra espiritualidad, nuestro amor, nuestra paz, nuestra esencia.
El antiguo aforismo hermético nos dice: “Ora, lege, lege, lege, relege, labora et invenies” es decir Ora, lee, lee, relee , Trabaja y Encontrarás, así que es importante, muy importante, el Trabajar, ya que el trabajar es vivir bien, y el vivir bien es el ideal que nos hemos trazado en la vida. El arte de vivir es experiencial, no teórico, allí es donde la Francmasonería nos ofrece un laboratorio genuino, en donde podemos desplegar las acciones de aprendizaje y de experiencias que nos nutren y nos hace ser hombres de paz, de Paz Interior y Amor Universal.
Para finalizar les diré que alcanzar la paz mundial es una idea sublime y hermosa, pero llevarla a la realidad parece ser una gran utopía, dentro de lo cual, lo máximo que podemos hacer es desarrollarla dentro de nosotros mismos, ir de lo particular a lo general, trabajar con constancia y dedicación en nuestro templo interno, y la Francmasonería como Institución continúa haciendo muy bien lo que sabe hacer, y que es su principal contribución a la Paz Mundial, que es formar Masones.
Referencias:
- Gran Logia República de Venezuela. Constitución de la Gran Logia de la República de Venezuela, edición 2006
- Diccionario Larousse edición 2009
- Mackey, A. Enciclopedia de la Francmasonería, edición 1981
- Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario Enciclopédico de la Masonería., Edición 1976.